PRONUNCIAMIENTO POR EL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
“No se estudia, en nuestro tiempo, la vida de una sociedad, sin averiguar y analizar su base: la organización de la familia, la situación de la mujer”
J. C. Mariategui
"Cualquiera que conozca algo de historia sabe que los grandes cambios sociales son imposibles sin el fermento femenino. El progreso social puede medirse exactamente por la posición social del sexo débil."
Marx.
Hoy es la brillante fiesta de unidad y combate de las mujeres trabajadoras de todo el mundo: 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. ¡Hacemos llegar nuestros elevados saludos a las mujeres campesinas, obreras, estudiantes de los diversos países del mundo y de manera especial las compañeras estudiantes de la UNASAM, a quienes saludamos efusivamente, en conmemoración a un año más de sacrificio y heroica lucha que realizan por los suyos, desde el campo, fábricas, calles y universidades, que sin olvidar ni por un minuto que sobre sus extenuadas espaldas recae la subsistencia y el sustento de la humanidad.
El “día internacional de la mujer”, gloriosa epopeya consagrada en la lucha de larga data contra quienes desde los albores del esclavismo, situaron a la mujer a un nivel de inferioridad frente al varón. Por ello la necesidad de una comprensión científica del problema femenino exige partir incuestionablemente de la concepción de la clase obrera; ya que a lo largo de los siglos las clases explotadoras han sostenido e impuesto la seudo teoría de la “naturaleza deficitaria de la mujer”, que a servido para justificar la opresión que hasta hoy experimentan las mujeres en las sociedades en que la explotación sigue imperando; esta teoría sustentada en concepciones idealistas, anticientíficas niega las condiciones sociales que determina la situación de la mujer , pretendiendo decir que ello se debe a la “natural inferioridad” de la mujer frente al hombre y que esta realidad será eterna.
En la comunidad primitiva, el hombre y la mujer desenvolvían sus vidas en una espontánea igualdad y distribución dentro del grupo social, pero cuando se dio el aumento de la riqueza la posición del hombre se resalta y se sustituye el derecho materno por el paterno Así, en el esclavismo, la condición de la mujer fue de inferioridad ante la del hombre y hasta es menospreciada y es sometida a tutoría por la cual siempre es un hombre de la familia él que decide sobre ella. En el feudalismo, la mujer seguía siendo dependiente de su padre o de su marido, como un objeto de propiedad, además de que aquí la iglesia influye también en su opresión para la cual la mujer era un ser inferior que debería ser sierva de su marido. Y con el surgimiento del capitalismo, la mujer posee derechos sobre los bienes familiares, pero el capitalismo sólo puede dar a la mujer una igualdad jurídica formal, pero de ninguna forma le puede dar una emancipación y, aún más, con el desarrollo del capitalismo a su fase imperialista vemos como se reaccionariza más el problema de la mujer y se remacha aún más su opresión social, económica, política e ideológica. Al mismo tiempo el capitalismo crea la clase que lo va a destruir, el proletariado, y la mujer al incorporarse al trabajo, al proceso productivo, al participar en la producción tiene la posibilidad de entrar directamente en la lucha de clases, en otras palabras el capitalismo sienta bases para la futura emancipación de la mujer como parte de la liberación del proletariado. Y que para conseguir la emancipación de la mujer se tiene que destruir la raíz de la opresión femenina que es la propiedad privada. Así, a lo largo de la historia se puede ver en concreto cómo los avances y retrocesos en el problema de la mujer que se obtienen son dependientes de los avances y retrocesos del desarrollo de la sociedad, el lugar que tiene la mujer en la sociedad muestra el grado de avance de la sociedad, de cómo su condición va mano a mano con el desarrollo mismo de la sociedad.
La ideología del proletariado, es la única ideología que está por la verdadera emancipación de la mujer la cuál forma parte y sólo se alcanza con la liberación del proletariado, plantea que la persona, el hombre como la mujer, es una realidad concreta que históricamente se ha generado por la sociedad. Es decir una unidad de relaciones sociales que históricamente se han formado y es por eso dependiente de los cambios que se hace en la sociedad en su proceso de desarrollo. En otras palabras somos un producto social y cuya transformación exige una transformación en la sociedad.
La educación femenina sobre la situación actual se debe combinar con la crítica al idealismo basándose en la situación política nacional e internacional y las nuevas tareas encomendadas en diversos terrenos del país por las amplias masas femeninas para alentar su entusiasmo político. Manteniendo en mente tanto los intereses del país como los del mundo, deben poner en pleno juego su espíritu proletario y esforzarse por contribuir a la emancipación definitiva de toda la humanidad.
Solo de esta manera la mujer va tomando más conciencia política pero no todas las mujeres se reúnen bajo un solo movimiento, porque no todas tienen el mismo carácter de clase a la cual defienden, por eso hay feminismo burgués, el feminismo pequeño burgués y el feminismo proletario los cuales responden de igual manera a sus reivindicaciones mirando sus intereses de clase. Mariátegui nos dijo: "Las mujeres como los hombres son reaccionarias, centristas o revolucionarias, no pueden por consiguiente combatir juntas la misma batalla, en el actual panorama humano, la clase diferencia más a los individuos que el sexo." El feminismo burgués y pequeño-burgués luchan y defienden a la clase que representan. Y busca seguir manteniendo este sistema caduco que sólo da más miseria y explotación al pueblo. Ese feminismo burgués y pequeño-burgués levanta las reaccionarias banderas de la "liberación femenina", como expresión de la caduca, podrida y decadente ideología imperialista, se ponen a la cola del feminismo burgués tratando de desviar el movimiento a luchar por la libertad de "orientación sexual" y de "las relaciones íntimas", oponiendo así el individuo a la clase. Entonces entendiendo que el movimiento femenino tiene que tener carácter de clase proletaria, rechazamos y condenamos a los que plantean formar diversos grupos u organizaciones feministas que nieguen o que no tengan un claro y justo carácter de clase, porque de lo contrario significaría que no esté del lado del pueblo, sino solo serviría al enemigo, a las clases explotadoras, y además sería un elemento de divisionismo y de freno de la lucha popular.
La politización de la mujer es importante porque sin ella no se da su movilización ni su organización, no va a poder luchar junto con el proletariado por su emancipación. Por eso es clave su politización dándoles formación ideológica, y que rechacen la concepción burguesa acerca de la mujer que se les inculca desde su niñez como sexo débil, para que después prepararlas para que luchen en todas las formas, en la lucha reivindicativa. La mujer tiene que participar al igual que el hombre en forma decida y combatiente en la lucha de clases bajo la ideología del proletariado, solo así conseguirá su emancipación.
La organización de la mujer es importante para de esa forma luchar por su verdadera liberación y poder vencer, es por ello que para garantizar la victoria tiene que organizarse en todos los frentes. Y las mejores hijas del pueblo alcen los puños y hagan despertar a sus iguales dentro de una nueva aurora que ya esta naciendo.
¡VIVA EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER!
¡VIVA EL MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR!
¡POR UNA VERDADERA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER!
¡VIVA EL FECUS!
Ciudad Universitaria, Marzo del 2010
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