PRONUNCIAMIENTO
“No se estudia, en nuestro tiempo,
la vida de una sociedad, sin averiguar y
analizar su base: la organización de la familia,
la situación de la mujer”
J. C. Mariategui
J. C. Mariategui
Un saludo afectuoso y fraternal reciban todas las madres campesinas, obreras y de manera especial las compañeras estudiantes de la UNASAM, a quienes saludamos efusivamente, en conmemoración a un año más de sacrificio y heroica lucha que realizan por los suyos, desde el campo, fábricas, calles y universidades, que sin olvidar ni por un minuto que sobre sus extenuadas espaldas recae la subsistencia y el sustento.
El “día internacional de la mujer”, gloriosa epopeya consagrada en la lucha de larga data contra quienes desde los albores del esclavismo, situaron a la mujer a un nivel de inferioridad frente al varón. Por ello la necesidad de una comprensión científica del problema femenino exige partir incuestionablemente de la concepción de la clase obrera; ya que a lo largo de los siglos las clases explotadoras han sostenido e impuesto la seudo teoría de la “naturaleza deficitaria de la mujer”, que a servido para justificar la opresión que hasta hoy experimentan las mujeres en las sociedades en que la explotación sigue imperando; esta teoría sustentada en concepciones idealistas, anticientíficas niega las condiciones sociales que determina la situación de la mujer , pretendiendo decir que ello se debe a la “natural inferioridad” de la mujer frente al hombre y que esta realidad será eterna.
Ante esta adulterada teoría, MARX, sentencio: “el progreso social puede medirse exactamente por la posición social del sexo débil.”, demostrando que la opresión que pesa sobre el sexo femenino solo es posible en las sociedades clasistas, donde existen explotados y explotadores, ricos y pobres. La historia registra, que en el comunismo primitivo donde imperaba el derecho materno, la mujer adquiría un trato igualitario e incluso privilegiado ante los demás miembros de la gens. Es con la configuración de la monogamia, el surgimiento del Estado y aparición de la propiedad privada, es decir con la sociedad esclavista, feudalista y capitalista que la situación de la mujer adquiere una posición de inferioridad y subordinación ante el varón.
Es en el sistema capitalista que las mujeres encuentran las condiciones necesarias para obtener su emancipación, así desde el siglo XIX con su creciente incorporación al proceso productivo desenvuelven luchas en pro de sus reivindicaciones, uniéndose al movimiento sindical, ingresando a todos los campos de la actividad laboral, elevando su capacidad de movilización, politización y organización, adhiriéndose al objetivo político del proletariado, comprendiendo sus propias circunstancias, que la mujer es producto social y que su transformación exige la transformación de la sociedad. Que su libertad se dará solo en la sociedad sin clases sociales, en donde no haya explotación del hombre por el hombre. “La verdadera igualdad entre el hombre y la mujer solo puede alcanzarse en el proceso de la transformación socialista de la sociedad en su conjunto”.
“A medida que la sociedad socialista reemplace al sistema individualista decaerán el lujo y la elegancia femeninos ... La humanidad perderá algunos mamíferos de lujo pero ganara muchas mujeres. Los trajes de la mujer del futuro serán menos costosos y suntuosos pero la condición de esa mujer será digna… una mujer en suma, costará menos pero valdrá más”. (J. C. MARIÁTEGUI).
El “día internacional de la mujer”, gloriosa epopeya consagrada en la lucha de larga data contra quienes desde los albores del esclavismo, situaron a la mujer a un nivel de inferioridad frente al varón. Por ello la necesidad de una comprensión científica del problema femenino exige partir incuestionablemente de la concepción de la clase obrera; ya que a lo largo de los siglos las clases explotadoras han sostenido e impuesto la seudo teoría de la “naturaleza deficitaria de la mujer”, que a servido para justificar la opresión que hasta hoy experimentan las mujeres en las sociedades en que la explotación sigue imperando; esta teoría sustentada en concepciones idealistas, anticientíficas niega las condiciones sociales que determina la situación de la mujer , pretendiendo decir que ello se debe a la “natural inferioridad” de la mujer frente al hombre y que esta realidad será eterna.
Ante esta adulterada teoría, MARX, sentencio: “el progreso social puede medirse exactamente por la posición social del sexo débil.”, demostrando que la opresión que pesa sobre el sexo femenino solo es posible en las sociedades clasistas, donde existen explotados y explotadores, ricos y pobres. La historia registra, que en el comunismo primitivo donde imperaba el derecho materno, la mujer adquiría un trato igualitario e incluso privilegiado ante los demás miembros de la gens. Es con la configuración de la monogamia, el surgimiento del Estado y aparición de la propiedad privada, es decir con la sociedad esclavista, feudalista y capitalista que la situación de la mujer adquiere una posición de inferioridad y subordinación ante el varón.
Es en el sistema capitalista que las mujeres encuentran las condiciones necesarias para obtener su emancipación, así desde el siglo XIX con su creciente incorporación al proceso productivo desenvuelven luchas en pro de sus reivindicaciones, uniéndose al movimiento sindical, ingresando a todos los campos de la actividad laboral, elevando su capacidad de movilización, politización y organización, adhiriéndose al objetivo político del proletariado, comprendiendo sus propias circunstancias, que la mujer es producto social y que su transformación exige la transformación de la sociedad. Que su libertad se dará solo en la sociedad sin clases sociales, en donde no haya explotación del hombre por el hombre. “La verdadera igualdad entre el hombre y la mujer solo puede alcanzarse en el proceso de la transformación socialista de la sociedad en su conjunto”.
“A medida que la sociedad socialista reemplace al sistema individualista decaerán el lujo y la elegancia femeninos ... La humanidad perderá algunos mamíferos de lujo pero ganara muchas mujeres. Los trajes de la mujer del futuro serán menos costosos y suntuosos pero la condición de esa mujer será digna… una mujer en suma, costará menos pero valdrá más”. (J. C. MARIÁTEGUI).
¡VIVA EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER!
¡VIVA EL MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR!
¡POR UNA VERDADERA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER!
Huaraz, Marzo del 2009
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